Revistas, catálogos, folletos o flyes son algunos de los ejemplos de los materiales comunicativos que empleamos para dar a conocer un producto/servicio o unas determinadas características en función de la situación.
Se trata de elementos que requieren de un trabajo previo y organizativo; a continuación, enumeramos algunos de los consejos más comunes para elaborar dichos elementos:
Establecer unos objetivos.
Determinar que se quiere lograr, y no perder los objetivos nunca de vista. Conforme se vaya progresando en la elaboración del material, se puede ir repasando los objetivos para asegurarse de que se va a alcanzar la meta propuesta.
Definir el público objetivo.
¿A quién va dirigido el mensaje? Esta cuestión ayudará a la hora de redactar los contenidos, se empleará un lenguaje u otro, así como unos recursos gráficos u otros, dependiendo de a quién se dirija el material.
Desarrollar el contenido en función del objetivo y del target.
Dependiendo del objetivo, la situación y el target, el contenido será uno u otro. Además, los materiales serán diferentes dependiendo de lo que se desee plasmar: el portfolio, reforzar un evento, comunicar una promoción, detallar un listado de acciones corporativas…
Determinar el formato más adecuado.
Por ejemplo, si lo que se quiere es realizar un material de carácter regular, se puede emplear una revista o un periódico; para algo esporádico como de apoyo a un evento o una promoción, un flyer puede ser buena opción; y un catálogo o folleto servirán para establecer de manera más detallada una serie de soluciones de una empresa u organización.
Establecer unas fechas aproximadas con unos determinados hitos a cumplir.
Para todos los puntos anteriores, suele ser conveniente la realización de un briefing.
Servirá como guía para seleccionar el material. En el mismo, se puede comenzar a realizar la disposición esquemática de los textos, imágenes y demás recursos.
Este es un pequeño resumen de los consejos más comunes; a la hora de redactar los contenidos podemos encontrar que:
El apoyo gráfico suele ser muy importante, ya que en numerosas ocasiones complementa de manera visual la idea dirigida al público objetivo para que se pueda percibir mejor el mensaje que se quiere transmitir.
Otro aspecto que suele ser muy relevante es la inclusión de casos de éxito o testimonios de clientes ya que siempre aportan fiabilidad.
Incluir beneficios y necesidades del cliente.
Datos de interés que llamen la atención.